EL METAL ES BUENO PARA TU SALUD MENTAL

  Hace algunas semanas los medios contaban un estudio del Hospital de la Princesa, en Madrid, según el cual la música heavy metal era capaz de inducir una mayor estimulación cerebral en pacientes graves sedados que la música clásica o la dodecafónica (un estilo muy técnico dentro de lo que algunos llaman “música culta”, surgido en el siglo XX). Los estudios que han relacionado la música con la actividad cerebral en distintas situaciones, ya sea por técnicas de neuroimagen o por electroencefalografía como en este caso, son relativamente habituales.

Si este en concreto se comentó bastante en los medios es, sobre todo y sin duda, por tratarse de un trabajo hecho aquí y difundido por nota de prensa. Pero no creo que sea muy arriesgado apostar que el resultado también ayudó a empujar la noticia hasta ese lugar debajo de los focos. Al fin y al cabo, insinuar que el heavy metal pueda tener algún efecto positivo es rompedor, ¿no?

  Bueno, no. Otra cosa es que aceptemos a los daneses Volbeat y su The Devil’s Bleeding Crown como heavy metal, la elección de los investigadores. Nada que objetar al grupo en sí. Pero así como en clásica y dodecafónica han elegido representantes arquetípicos, Mozart y Schönberg, en cambio Volbeat resulta una opción bastante periférica como ejemplo de heavy metal. En el estudio los autores explican que, exceptuando a Mozart, procuraron seleccionar piezas no muy conocidas por el gran público, pero podían haber mantenido este criterio con una elección más representativa.

 

Los beneficios del heavy metal, lo único que rompe es un mito infundado, o un sambenito cansino. Todos los aficionados a lo que suele llamarse música extrema, como el punk o el metal en sus múltiples formas, llevamos toda nuestra vida oyendo hablar de los perjuicios de estos géneros musicales o de su relación con la violencia, la criminalidad, el comportamiento antisocial o las muertes prematuras, siempre por parte de aquellos que desprecian esta música y que históricamente han tratado de censurarla o de impedir su difusión. Según un estudio de 2016, ni siquiera las letras de Black Sabbath incitan al consumo de drogas, lo que sorprenderá a muchos de los propios seguidores del grupo.

   En febrero de 2021 un editorial en The Lancet Psychiatry se ocupaba una vez más de desterrar el mito de la relación entre heavy metal y desórdenes mentales, sociales o de conducta, comentando algunos bulos extendidos al respecto que han intentado culpar a este género musical de “asesinatos en masa y suicidios”, de “glorificar el racismo y el sexismo” y de “promover imprudentemente una cultura de excesos hedonistas, plagada de alcohol, drogas y una insana obsesión por lo oculto”. Sobre casos como la violencia asociada al nacimiento del black metal noruego a comienzos de los años 90, el editorial dice que el metal “es un microcosmos de la gran sociedad, con una minoría empeñada en corromper el arte para causar daño”. “El metal es, para millones de fans en todo el mundo, una herramienta esencial para mantener y mejorar la salud mental”, resume el editorial.

También en 2021, un estudio en BMJ, los autores concluían que una escena vibrante de heavy metal puede “promover la salud a través de estilos de vida más saludables, mejores mecanismos de resolución de crisis y un sentimiento de comunidad más fuerte”. Vaya esto para quienes intentan uniformar los hábitos de la gente joven entendiendo una equiparación entre heavy metal y una vida insana.

  También en BMJ informaban de un estudio que utiliza el metal como herramienta de terapia psicológica y emocional entre sus seguidores, con historias de éxito en la lucha contra el bullying, la ansiedad, el duelo o la falta de autoestima.

  En resumen, se trata solo de que, como escribía en The Conversation el psicólogo y amante del heavy metal Nick Perham, en este párrafo intraducible porque hila títulos de varios temas clásicos, “so, you beautiful people, whether you’re heading out to the highway to hell or the stairway to heaven, walk this way. Metal can make you feel like nothing else matters. It’s so easy to blow your speakers and shout it out loud. Dig!”