RONNIE ATKINS "TRINITY" (FRONTIERS)

   No hace mucho tuve la oportunidad de entrevistar a Ronnie Atkins y hablando con él comprendí que esa clase de persona, natural y buena gente que todo el mundo quiere de vecino, amigo o compañero de trabajo. Ya no recibía tratamiento contra la maldita enfermedad; era su cuerpo el que tenía que luchar. Supongo que tener genes nórdicos te hacen ser más fuerte que el resto de los mortales porque desde aquel entonces no ha parado y el resultado de ese arduo trabajo es "Trinity", que completa la trilogía de su carrera en solitario. La música es el combustible que llena de vida a este gran hombre y eso se nota en cada composición.

   Acompañado de su inseparable Chris Laney a la guitarra y producción más Allan Sörensen a la bateria, Marcus Sunesson en guitarra, Pontus Egberg al bajo y Linnéa Vikström a los coros, este nuevo lanzamiento da un giro de tuerca hacia un sonido más guitarrero y pesado. Como el propio Atkins reconoce, el componer basándose mas en guitarra que en otro instrumento hace que el metal que fluye por sus venas salga a flote. La mezcla y masterizacion de Jacob Hansen hace el resto de la magia.

    En "Trinity" podemos encontrar un cóctel perfecto del mejor rock, donde la potencia de la guitarra sube a un nivel máximo, encuentras canciones oscuras que compensan a otras más delicadas.

    La primera canción que además da título al álbum es puro AOR de la mejor calidad. Un estribillo pegadizo al que acompañan riffs potentes es la mejor forma de cortar este pastel que nos presenta desde tierras escandinavas.

   En "Ode to a Madman" nos sorprende con una potente intro que te hace dejar todo lo que estás haciendo para prestar atención. La voz de Ronnie luce limpia, perfecta, está feliz y se nota. La guitarra machacona destaca tras él. Tiene ese halo épico que todos esperamos y nos regala al oído siempre que puede. El solo, muy en la línea de la canción nos abre la puerta a unos coros barbaros que nos lleva a una locura total en su final.

    "Paper Tiger" nos da una sacudida desde que empieza. Demos gracias a las divinidades que hacen que este hombre siga entre nosotros. Esos coros que animan al más triste de los mortales, donde el teclado salido de la máquina del tiempo de los 80 conjuga perfectamente, son la mezcla perfecta para un directo. Su vitalidad se hace cada vez mas contagiosa y esa voz rasgada que nos regala es un prodigio en toda regla.

   Las caricias de una guitarra acústica y los susurros del danés que se valen de un piano para emocionarnos es la cara de presentación de "Soul Divine". Solo hay que oírla una vez para ver que es eso, divina. La cadencia la marca Sörensen, que aunque en un segundo plano deja su sello en el tema, sin quitar merito a ese solo de guitarra que se clava en tu mente.

   Cierra los ojos, abre tu mente, escucha cada nota de "Via Dolorosa" y entraras en un estado de conexión que pocas veces has sentido. Esa intro de delicada guitarra que enlaza a un riff oscuro es como el ying-yang de la música.  Instrumental corta pero maravillosa que sirve de anuncio para "Godless" que nos invita a brillar en la oscuridad con el mejor hard rock de la banda. Los perdidos de este mundo ya tienen un himno y sin duda es este.

    Un tema más vital es "Shine", que levanta el alma de cualquiera. Nos invita a brillar junto a los chicos y es lo que apetece hacer. Abre las ganas de vivir y a tope escuchando este tema. Como en todos los demás, los cros son principales protagonistas, arropando la voz de Ronnie que luce esplendorosa.

  Si escuchas la intro de "If you can Dream it" y no te dicen que es de Atkins, te puedes pensar que es algún tema perdido de algún dinosaurio, pero no, tiene el sello inconfundible de él. Una alegoría a la vida, con ese estribillo del que cantas en la ducha como si estuvieras en el Wizink ante 50.000 personas.

    En esta "Sister Sinister" sacan su lado mas glam y aportan un poco de desenfado al plástico que contrasta con la siguiente "Raining Fire". Originales guitarras con toque oriental te desencaja un poco del sitio, al igual que esos coros que dan oscuridad y un giro épico, siempre sorprendente.

  Cierra esta maravilla "The Unwanted" y "What if" que rematan la faena magistralmente. Un trabajo pulido como un diamante, orquestado con elegancia. Si a la primera escucha se hace facil de oir, no te cuento a la tercera o cuarta: ya te llega al corazón. "Trinity" es un disco sólido, compacto, listo para presentarse en directo, porque ya vemos que este hombre se crece ante la adversidad y su mejor medicina es la música.

Puntuacion 9/10

Carmen Torres