"LUCIFER" V (NUCLEAR BLAST)(Enero 2024)

 

 

 

No he querido escuchar antes este "V" de Lucifer por no caer rendida a los pies de Johanna Sadonis. Esta mujer de voz rasgada y personal me trae de cabeza desde que empieza a sonar sus cuerdas vocales en "Fallen Angel" La coherencia y constancia de su evolución a mejor sorprende desde la primera nota. Rodeada de Martin Nordin y Linus Bjorklund a las guitarras, Harald Gothblad al bajo y Nicke Andersson a la bateria, esta banda nos remonta a lo mejor de los 70. Ese aire retro consigue que oigas hasta la aguja deslizarse por el vinilo, con el típico ruido del polvo depositado en él tras largas escuchas. Un trabajo que podría ser perfectamente un "grandes éxitos ya que no hay canción mala. Diez temas que son diez hechizos y van cayendo uno tras otro en tu cabeza.

Esas guitarras gemelas que abren "Fallen Angel" parece van a dejar paso a Ozzy en la mejor época de Black Sabbath pero es Johana la que sale rauda y veloz con una melodía que evoca misterio y fuerza a la vez. Buen primer plato para abrir un mortal apetito de buena música.

    Un toque británico, espeluznante y misterioso nos trae "At the Mortuary". Como una película B de los 70 que nos aterraba, las melodías fluyen atrapándote. Esa voz del más allá que nos llama hacia la cripta parece tener largos dedos fantasmales que te sujetan y no te dejan escapar. El ambiente de campanas y misterio se rompe con un solo de guitarra que, aunque corto, se graba en los surcos del cerebro. Es fantasmal, es original, es....Lucifer en estado puro.

 

   Andersson es el que marca el tiempo en "Riding Reaper" a golpe de baqueta, dejando esas maravillosas guitarras en segundo plano que sobresalen para hilar un solo prodigioso, donde las seis cuerdas parecen hablar. Un vez más los coros parecen salir de la cripta, dándole un aire tenebroso al que nos tienen acostumbrados.

 

  Que puedo decir de "Slow Dance in a Crypt"? Una balada que sigue el estilo de todo el trabajo, con notas de piano y toque bluesy. Melancolía en las guitarras y coros, esta vez, angelicales, que te hacen querer bailar un vals con la propia muerte. Es increíble el ambiente que dan en cada nota del disco. Producción de 10.

 

 "Macúlate Heart" te deja descolocado. Lo que parece que va a ser una continuación de otra balada por sus guitarras iníciales, te da n golpe de realidad con las baquetas que te dejan K.O. No te lo esperabas eh? Un tema de puro rock and roll de esos de bailarlos con minifalda de flores con un frenético movimiento de cabeza y brazos arriba. Seguro hubiera soñado genial en Woodstock.

Un poquito de NWOBHM en este "A Coffin has no Silver Lining". Desde luego Johana sabe cómo no aburrir: da una de cal y otra de arena. Cuando ya te esperabas más de lo mismo te saca lo mejor de las guitarras acompasadas de aquella era mágica británica. Un toque metalero total con esas guitarras abriendo mezclado con esa voz melosa de  Sadonis la hacen convertirse en una de mis favoritas.

En "Dead Don´t Speak" vuelven a girar a un tono pesimista, jugando con la vida y la muerte, adornándolo todo con guitarras acompasadas y pegadizas. Los coros que hace la propia Johana parecen venidos de ultratumba. Ella canta mientras se da un paseo por el Averno sin despeinarse.

 

  Dejemos a los muertos descansar mientras conocemos a la "Strange Sister". Un poco más divertida que el resto, movida, muy de guateque de los 70, con guitarras cautivadoras. Con rasgos góticos y glamour la línea de bajo de  Harald Gotthblad es solida para un final que se acelera y allana el terreno a la última joya del trabajo que no es otra que  "Nothing left to lose but my life".

 

  Sadonis nos susurra al oído un blues que queda disfrazado por el constante guitarreo de sus chicos. Un grito desesperado que nos narra la simplicidad humana de no tener nada excepto la vida. Vida para cuidar y para disfrutar. La parte musical es repleta de instrumentos que te sumergen en el éxtasis del final de los tiempos. Gran broche de oro para este "V", que da pie a que esperemos un "VI" y "VII"

CARMEN TORRES