Cuando lo mejor de cada casa nórdica se junta, no puede salir otra cosa que una superbanda llamada CROWNE. El grupo formado por Alexander Strandell (Art Nation), el guitarrista y teclista Jona Tee (H.E.A.T), el bajista John Leven (Europe), el batería Christian Lundqvist (The Poodles) y el guitarrista Love Magnusson (Dynazty) se encuentra en pleno lanzamiento de su segundo trabajo "Operation Phoenix". Tras el exitoso "Kings of the North" (2021), es sin duda una explosión del mejor AOR fusionado con hard rock y un toque de power metal que suena como una bala lanzada desde un francotirador.

  Este segundo trabajo está producido por el propio Jona, donde vemos lo bien que se desenvuelve en materia de mezclar y pulir canciones. Nos regalan once temas que se pueden considerar joyas, himnos épicos que solo las bandas de Escandinavia saben hacer.

  Abren con el primer corte homónimo "Operation Phoenix". Unos suaves teclados nos dan paso a una intro épica, que pone los pelos de punta. Tras estas notas aparecen una batería potente a cargo de Lundqvist que se mezcla en uno con grandes riffs de guitarras. El teclado de Tee tiene gran protagonismo dándole un toque exuberante al tema. Ya desde los primeros acordes dan a entender que va a ser un disco en el que no te van a dejar descansar los oídos.

  Nos regalan otra gran composición casi operística con el siguiente "Champions". Una pieza súper enérgica, muy pegadiza, con estribillos difíciles de olvidar en el que el trabajo de Leven se deja notar de principio a fin. Menos mal que el dios de las cuatro cuerdas sueco ha sabido emplear este tiempo de confinamiento en seguir con esta banda, dejando de lado un poco su otro grupo (Europe), que parece en el dique seco desde hace cinco años. La voz de Alexander le da ese toque de power metal que es muy agradecido por los oídos.

"In the name of the fallen" nos ofrece un mazazo inicial potente de guitarras, con ritmo trepidante, emocionante. Esa mezcla de teclados clásicos con potentes hachas hace que se te remueva todo tu interior. Un solo increíble de Love Magnusson te trasporta a otra dimensión, con una producción muy cuidada y esmerada.

  Aquí tenemos otra maravilla que aunque proveniente de Suecia y con titulo "Super Trooper" nada tiene que ver con los eurovisivos ABBA. Se inicia con coros potentes de todos los miembros de la banda que hacen prever que será todo un hit, ya que tiene todos los ingredientes para serlo: pegadiza, bien estructurada, coros increíbles...todo un numero uno.

"Ready to run" es simplemente la canción ochentera perfecta que cualquier banda que se precie le gustaría tener entre sus temas. Un huracán de sintetizadores que hace que te entre ganas de sacar las hombreras y cardarte el pelo, se unen a rítmicas guitarras, haciendo que el tempo vaya subiendo poco a poco hasta estallar en un estribillo pegadizo, sin que las guitarras, pesadas en su sonido, tenga el protagonismo de fondo. El punteo del solo está perfectamente definido y haciendo competencia a las teclas de Tee. Un hit para apuntar a la lista sin duda.

  Cuando una canción de rock lleva nombre de mujer, se espera la balada del disco. Pero en este caso “Juliette” es un potente tema que comienza con el solista gritando su nombre. No le falta ritmo por ningún sitio. La batería siempre marcando el ritmo casi se hace protagonista junto con la voz de Strandell  dando paso a un poderoso solo de guitarra en la que los dedos de Magnusson parece que vuelen sobre las cuerdas. Es impresionante la compenetración de la sección rítmica que llevan Lundqvist  y John Leven.

  Si al principio les llamaba súper banda, aparte de por sus componentes es por temas como este “ The Last Of Us”. Cuando un tema empieza de esta forma tan épica sólo se puede esperar lo mejor. Y no me equivoco. Frontiers Music sin duda ha sabido reclutar en sus filas a lo mejor de lo mejor y prueba es de ello este temazo que te transporta a la mejor época del Hard Rock sueco. La voz de Strandell suena limpia como agua de manantial. Es todo un canto a la amistad, como parecen mostrar Magnusson y Leven compartiendo guitarra y bajo para darle ese sonido duro pero a la vez fluido.

“Just Believe” no da respiro alguno. Sigue el ritmo trepidante en el que mezcla aquí un sonido casi “disco” de los 80, recordando a Modern Talking a veces, pero que combinan perfectamente con la dureza del resto de los temas del grupo. A destacar el solo que se marca  Magnusson   a la guitarra desembocando en potentes bombos de Christian.

 Nuevamente los teclados dan paso a esta “Roar” para seguir con la potente batería, fórmula que repiten varias veces a lo largo del álbum. Unos estribillos entremezclados con una sección rítmica trepidante hacen que esta canción se convierta en un de los himnos favoritos de este álbum. El solo de guitarra suena pausado y potente a la vez, con esos coros que majestuosamente se encuentran en todo el tema. Lo dicho, todo un himno.

  Una vez más, demuestran a cada tema que pasa que es una colección de números uno como la siguiente “Victorious” que empieza como una composición de power metal, rauda, impactante, con ritmo trepidante en la que el trabajo de Leven se ve latente con un poderoso bajo que, aunque se encuentre tapado por todos los demás, hace de su presencia un elemento vital. Increíble el trabajo vocal de  Alexander Strandell una vez más.

  Colofón final con esta “Nothern lights”. Algo más pausada, con un toque celta y folk que se agradece muchísimo. Los coros muy cuidados que acompañan la voz del solista. Ahora que está de moda los concursos eurovisivos es la típica a canción que triunfaría sin duda por su ritmo y epicidad.

   Un disco redondo sin duda al que le echo en falta alguna balada de esas de encender el mechero en conciertos ( alguien lo hace ya?), por ponerle alguna pega.

Puntuación9/9

Carmen Torres