GHOST (SALA ZENITH TOULOUSE) 23/05/235

  Esta vez tocó viajar a Francia para ver el inicio de gira de los suecos Ghost. Nos dirigimos hacia el aeropuerto y ver que nos encontramos al aterrizar. Tras tomar tierra y recoger equipaje me dirijo a la sala Zenith (Toulouse) para echar un vistazo al ambiente. Ya desde bien temprano (8 a.m) numerosos fans de la banda espera en los alrededores para poder llegar los primeros y estar en mejor línea de fuego. Esto hace prever que será una noche movidita y especial. De momento los dejo atrás y me dirijo al hotel a soltar equipaje y prepararme para una gran noche.

 

    Ya un poco más descansada del ajetreo del aeropuerto voy dispuesta a disfrutar de uno de los grupos que más auge están teniendo en el panorama hard rock actual. El Papa Emeritus y sus Nameless Ghouls ("fire" guitarra solista, "water"  bajo, "wind" teclado, "earth" bateria y "ether" guitarra rítmica, más dos nuevos miembros que siguen en el anonimato) preparaban una buen fiesta y eso se hacía notar en el ambiente.

    Los primeros en abrir para los nórdicos fueron "Lucifer" (muy apropiado el nombre para acompañar a los satánicos). Con un estilo muy retro que en ocasiones recuerdan desde Black Sabbath hasta Fleetwood Mac. Liderados por la alemana Johana Sadonis saltaron al escenario para entretener a los ansiosos fans con un set list de cuatro canciones ( "Crucifix", "Bring me his head", "Dreamer" y "Ghosts" muy apropiada para la noche). Su actuación aunque corta fue amena e inesperada ya que solo se anunciaba una banda telonera.

          Ya empezaba el ambiente a oler a azufre cuando salta la siguiente banda a escena. Los canadienses Spirit Box, formados por la pareja Mike Stringer y Courtney  Laplante llegaron para llenar el escenario de sonidos guturales y buen rock, digamos gótico, aunque su estilo sea difícil de encasillar. Nueve temas con los que la banda se presentó, ante una audiencia que se desesperaba por ver a sus verdaderos ídolos.  La verdad que la voz de Courtny fue un descubrimiento. Lo mismo entonaba notas dulces y melodiosas que parecía poseída por el mismo Satán cuando su voz salía de ultratumba. "Hysteria" fue el tema que cerró su concierto y la sala entró en oscuridad total.

Un escenario que más bien podría ser una catedral, con sus vidrieras góticas estaba esperando. Y la noche se hizo día a con fuegos de artificio y bengalas acompañado de la intro "Imperium" con la que los suecos GHOST por fin salieron a escena. Gritos y delirios los recibieron cual satánicas majestades (con perdón de los Rolling Stones)  a Tobias Forge y sus Nameless Ghouls.  La noche no había hecho más que empezar y la guitarra de "Fire" entonaba la primeras notas con ritmo frenético de "Kaisarion" que volvieron loco al público allí reunido. Estos dos primeros temas de "Impera" dieron paso a otros dos de "Prequelle" donde la batería de  "Earth" sonaba poderosa dando paso a "Rats" y "Faith". Hay que reconocer que el Papa Emerithus es todo un showman y sabe meterse la gente en el bolsillo con sus conversaciones y presentaciones.

     Los teclados de "Wind" anunciaban otro tema de su último Lp, la coreada "Spillways" que fue su primer single. Prácticamente Tobias no tenía que cantar porque la sala, hasta arriba de gente, se la sabía de principio a fin.

Un salto atrás en el tiempo hasta "Melliora" nos trae el oscuro tema "Cirice" que tras "Hunter´s Moon" trajo la novedad de la noche. La ciudad francesa fue la testigo de cómo GHOST presentaba su nuevo tema, extraído del EP "Phantomime" y versioneando a Phill Collins y los suyos con "Jesus he knows me". El tema puso ritmo frenético a la sala que se venía abajo mientras Tobias hacía el papel de su vida, encarnado a un Papa y telepredicador a la vez. Los Ghouls corrían escenario arriba y abajo, o se sincronizaban en coreografías rítmicas mientras Forge no paraba de meterse al público en el bolsillo. Toda la discografía fue repasada en un concierto que alcanzó las dos horas.

  Una de las partes más aplaudidas fue sin duda fue "Miasma". La banda sorprendió a los presentes cuando dos "gorilas" sacan una urna de la que sale...el mismísimo  Papa Nihil, resucitado para hacer el solo de saxo de la canción. Poco duró en escena porque aún no había terminado cuando los mismo gorilas que lo sacan, lo vuelven a meter en la urna de vuelta al inframundo. Pero esto fue compensado cuando las primeras notas de "Mary on a cross" empezaron a sonar. Fue una de las partes más álgidas del concierto, donde prácticamente no había un alma que no coreara la famosa canción, mientras Tobias cantaba hacia un lado y otro del escenario, invitando a las primeras filas a  hacerlo con él. Cuando aún la audiencia seguía emocionada tras el regalo musical de la banda, unos cañones situados bajo el escenario  empezaron a tirar cientos de billetes "666" anunciando a "Mummy Dust". El público se lanzó como locos a por ellos como si de billetes de 500 euros se trataran. Ellos saben cómo hacer el show y ganarse a la gente.

   Ya parecía que todo había terminado y el público empezaba a hacerse la idea que las luces se apagaban hasta la próxima...cuando se marcan un encore de tres temas más, terminando con "Square hammer" en un final de fiesta apoteósico, del que aun guardo un gran recuerdo.

 

   Hay que reconocer que a día de hoy GHOST es una de las bandas con uno de los mejores shows en escena. Tanto su anonimato como el espectáculo que montan merece la pena hacerse algunos kilómetros. Y con tan buen sabor de boca ( a azufre)  me vuelvo hacia al hotel a esperar el vuelo que me traiga de vuelta a la realidad.

TEXTO.- Carmen Torres

FOTOS.- Amanda Villa