JOLLY JOKER (ZARAGOZA 25/02/23)

SALA ROCK&BLUES

   Toño Martinez Mendizabal tuvo la suerte de compartir noche de concierto en Zaragoza, en la sala ROCK&BLUES con los chicos de JOLLY JOKER.  No solo disfrutó del concierto sino que fué parte de él. Aquí podeis ver su cronica para RockEmotion.

La verdad es que, no nos engañemos, Zaragoza es la segunda casa de Jolly Joker y lo es por méritos propios. Desde sus primeras visitas, promocionando su fantástico "Sex, Booze&Tattoos", hasta la penúltima, en las fiestas del Barrio de Las Delicias, nunca han dejado de contar con esta ciudad y han ido forjando una creciente y fiel hinchada de la que formamos parte. Cuatro excelentes álbumes, multitud de conciertos por toda la geografía nacional, giras por el Reino Unido, cambios en la formación, de discográfica, el respeto de críticos y público y, finalmente, su más que merecida participación en festivales, son un bagaje que muchos quisieran para sí mismos. Así se presentaba la banda valenciana en el Rock & Blues de Zaragoza el sábado pasado, con una sala abarrotada y un público ansioso por volver a disfrutar de la banda más descarada y en progresión del sleazy patrio y una de las mejores del continente.

 

     Ya sabemos que hace tiempo que el Rock & Blues, de la mano de Patxi, se ha convertido en una de las salas de referencia de Zaragoza, tras la ampliación del escenario, sin la cual, por ejemplo, no hubiese podido celebrarse este evento, manteniendo su buen equipo y técnico, además de su excelente programación y belleza. Nos hacía ilusión ver en ella a Jolly Joker y, pasadas las 21 horas, aparecieron en escena para arrancarse con un desenfrenado "Rockin’ in Stereo" que, inmediatamente, hizo enloquecer al público, que se unió sin dudas al "Hey You" , respondió con pasión a los saludos de Lazy Lane y estalló con "BloodVelvet".

     Entonces, al dream team compuesto por el propio Lazy, Yannick, Andi y Dani, se unió Martín Talayero, un niño que está asombrando en la ciudad, por el desparpajo y la maestría con la que toca la guitarra y emula a sus ídolos sobre el escenario, con solo diez años. Juntos se marcaron un "I Don’t Care" para enmarcar y los valencianos, que no querían parar, siguieron su recorrido triunfal por su discografía con "Perfect Life". Yannick hacía toda una demostración de poderío, técnicas y sonido con su Telecaster blanca, mientras el dúo Andi-Dani (este último enfermo, pero brillante y totalmente acoplado al grupo) dejaban claro que un grupo no es nada sin una excelente base rítmica. Con ese arsenal, y un Lazy llegando donde casi nadie llega, JJ nos regalaron un "Fuck it All" que nos elevó al los cielos o, mejor dicho, nos hizo descender a los infiernos, donde corre el Jack Daniels y las bellezas bailan sobre la barra vertical. Allí nos hubiésemos quedado, pero empezó "Believe" y, lo crean o no, aun subimos más alto. "Motor" nos encandiló con su parada y el bajo de Andi reinando sobre el “asfalto”. No había manera de pedir en la barra, amigos, y la fiesta era para todos, como tiene que ser para que las cosas funcionen.

Pero el cielo está muy alto y "Sky Is So High" lo proclama, aunque nada es demasiado alto para unos Jolly Joker que parecen empeñados en subir sin parar, sin dudarlo ni un momento. Las poses de Yannick, tremendo como siempre, o más que nunca con su Flying blanca, los saltos y el poderío de Lazy y la brutalidad de Dani eran medidos con exactitud por Andi. Todos estábamos con la sensación de vivir un momento casi sagrado, pero "Nothing Sacred" nos aclaró las cosas por la vía rápida. Allí reinaba el pecado y "The Chance", bestial y excelentemente interpretada, se abrió paso con la guitarra de Bonora, el ritmo marcado y Lane endiablado y quedón. "Oh yeah! Sucker" fue interpretado casi tanto por el público como por la propia banda. Y es que ese “Hey sucker hey fucker!" pone, pero mucho. Eso sí, con tanto vicio quedábamos en manos del diablo y los Jolly lo refrendaron con "Devil´s Hand" y su toque western, de taberna, whisky y estribillo fiestero, que cantamos sin vergüenza. "I Wanna Go" se puso serio y el cuarteto (hay que ser excelentes para hacer tanta música siendo cuatro) quiso ir donde no había estado antes, como dice la letra. Lo hizo y así acabo el concierto... ¿O no?

 

     No había acabado, porque el respetable pedía más, mucho más, y la banda tiene ya cuatro joyas de discos entre las que elegir, que no es moco de pavo. "I Am Rock & Roll" fue el primer bis. Un temazo que proclama lo que son, por si no lo sabíamos, y que nos hizo vibrar con un grupo de primer nivel, por temas, actitud y categoría. Una bandaza preparada para subir a cualquier escenario, por grande y famoso que sea; una banda que puede defenderse en cualquier terreno y compartir escenario con cualquiera de las otras grandes. Y, mira por donde, quisieron hacerlo conmigo que, sorprendido, intenté no destrozar su maravilloso "Dressed to Kill" y salir corriendo del escenario, para que Jolly Joker recibiese el premio a su excelente concierto: el aplauso cerrado, los vítores y el reconocimiento de una sala repleta. ¡Sois muy grandes chicos!

Crónica y fotos Toño Martinez Mendizabal